La primavera siempre llega como un soplo de aire fresco. Los días se alargan, el sol nos invita a salir, las flores pintan las calles y nuestras manos quieren tejer con todos los colores vibrantes.
Esta estación es la excusa perfecta para animarnos a proyectos diferentes, livianos y llenos de vida y pensamos la mejor forma de darle color a la estación más colorida del año:
La primavera nos inspira a dejar atrás los tonos más tibios del del invierno. Ahora es momento de mezclar rosas, verdes, lilas, amarillos y turquesas porque jugar con combis poco obvias es parte de la diversión.
Y entonces, ¿Qué tejemos? un cardigan calado, tops frescos, chales esponjosos o bolsos de red son ideales. Son proyectos que no pesan, se disfrutan mucho porque se avanza rápido y se usan altiro: son proyectos de satisfacción inmediata.
¿Dónde tejemos? Un parque, un balcón o terraza lleno de plantas o una plaza con sombra se convierten en el mejor taller de tejido. Nada como escuchar los pajaritos mientras avanzamos en nuestros proyectos “transportables”, que no requieren que llevemos muchos materiales a cuestas, proyectos pequeños y coloridos como flores de crochet para decorar, granny squares multicolores o accesorios como vinchas. La primavera nos regala energía y estos proyectos son perfectos fluir.
Cada punto tejido en primavera puede ser una metáfora de renacer, de probar algo nuevo, de animarnos a cambiar. Así como la naturaleza florece, nuestro tejido también puede florecer en creatividad y en aprender cosas nuevas.
¡Atrévete!
Abrazos tejeriles,
Marce